jueves, 31 de marzo de 2016

La Supresión del Heraldo de las Letras

Su nombre era Luis. Luis Villanueva, pero le decíamos Lucho. Lucho para los amigos que lo conocíamos de verdad. Creo, que cualquier otro sobrenombre no le hubiera quedado tan bien ni lo definiría mejor que Lucho, porque luchó hasta el final por defender sus ideales.
Si, combatió contra la injusticia e intentó erradicar un régimen que estaba viciado desde su simiente, según palabras de Luis. Sin embargo, la pelea de unos pocos nunca es suficiente…
Lucho era estudiante de la carrera de Letras en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, perteneciente a la Universidad de La Plata. La Ciudad de La Plata era su lugar de residencia desde su nacimiento el 9 de julio de 1956. Era presidente del consejo de Estudiantes y lideraba un diario en la Universidad, en el cual anunciaba las noticias importantes y manifestaba denuncias ante las iniquidades que esta vida puede ofrecer. 
Era un brillante alumno. Un caballero en todo el sentido de la palabra. Un gran amigo. Un amigo leal al cual le podías confiar tu secreto mas intimo, puesto que él jamás lo revelaría a nadie. Un hombre cabal, íntegro y justo. Un buen hijo. Un joven lleno de ilusiones. Era…
La Universidad fue el despertar pleno de la participación política para Luis y para todos, creo yo. 
En el año 1974, en aquellos tiempos… 
Parece como si fuera ayer de esto… 
Más precisamente en octubre de ese año, los medios del país informaban sobre el asesinato de Rodolfo Achen y Carlos Miguel, no docentes de la universidad. Hecho que resultó muy significativo para Luis y muchos otros. El siguiente año, con la represión en los colegios, Lucho creyó que era necesaria alguna participación para hacer algo más orgánico para frenar un poco todo esto de alguna manera. Pero, ya no se podía hacer Asambleas abiertas. 
Si querías hacer algo, tenía que ser clandestino. A escondidas. Incluso, sus monumentales argumentaciones en el diario quedaron reducidas a poemas metafóricos y alegorías en las cuales descargaba su rabia ante tales atropellos.
Hubo muchos que lucharon con él a su lado. Tantos que ya he olvidado sus nombres. Pensar que en esa época tenía una lista detallada…
Luchó junto a esa generación que se abrió paso, por aquel entonces. Una generación con grandes ideales, solidaridad, participación y mucho compromiso social. Creían que otro mundo era posible… 
Todos ellos lo creían, menos yo. Tal vez, sea por eso que le desagradan tanto, a la Élite conservadora, estos jóvenes.
La fascinación que tenía Villanueva por la lectura solo se equiparaba con la escritura ferviente que espoleaba en el diario de la Facultad. Siempre se lo podía ver pasear con un libro bajo el brazo. Recuerdo verlo sentado en un banco de la plaza leyendo el libro de Stendhal, Rojo y Negro. También, recuerdo la primera vez que fui a su casa… 
Esa enorme biblioteca atiborrada de libros de autores tales como Proust, García Márquez, Cortázar, Neruda, Vargas Llosa, Saint–Exupéry, Galeano, Martí, Margarita Aguirre, Marx, Engels, Julio Godio y Arthur Rimbaud, entre otros. 
Mi inocente amigo quería cambiar el mundo, hacerlo un mejor lugar donde vivir y la parte más interesante de su idea era que, según él, las utopías se pueden materializar en la realidad cuando un soñador trabaja en el día a día en la práctica, a través del compromiso con la militancia en las villas y en la resolución de los problemas de los más necesitados, esos que no tienen el acceso a una educación y a una vida digna. Se preocupaba por los demás. Consideraba que todos debían tener las mismas oportunidades. Por tal razón, daba clases a unos niños en las villas miseria y les acercaba junto a otros tres amigos suyos, Valentina Espósito, Emiliano Gómez y Gustavo Martínez, alimentos, ropa, medicamentos y libros. Siempre las Letras, que protegía a capa y espada como un heraldo de armas. Allí, estaba mi ingenuo amigo para resolverlo todo…
“El 24 de marzo de 1976 la Junta Militar silencia las voces de la sociedad argentina.” Así, lo anunciaba Luis en el diario de la Casa de Altos Estudios de la ciudad de La Plata. Así, fue la reprimenda que le dio el rector. Tres días de suspensión. Me contó muy afligido que el rector le había dicho:
_ No queremos problemas, muchacho. Sabemos que es un buen estudiante, pero no queremos problemas. Esta Junta Militar considera a todo el campo educativo como “caldo de cultivo” para la subversión. Sabemos que no es un subversivo, pero ellos, no. Vaya a su casa a descansar y piense mejor las cosas antes de actuar.
Luis lloraba de la bronca y la impotencia. Le aconsejé que hiciera caso a las palabras del rector, pero no me escucho. Yo… Solo quería ayudarlo…
El Golpe Militar ocurrido ese año pareció no cambiar nada, sin embargo lo cambió todo. 
Meses más tarde, el 20 de agosto del 76, albergó en su casa a un antiguo profesor del colegio secundario. Un tal Jerónimo De La Fuente, un profesor de historia que Lucho admiraba cuando iba a la escuela. Pero, esta no es toda la historia. En realidad, el profesor se había convertido en un prófugo que perseguía la policía y Luis como de costumbre, pretendía tenderle una mano.
_ Ayudar a un prófugo de la ley es un delito _le dije_ Esta es la época del “no te metas” y el “algo habrán hecho”… Todas esas frasecitas ridículas me tienen cansado. Yo les digo a todos esos hipócritas, que yo me meto y me comprometo, porque el otro” me importa. Es mi amigo y es inocente de lo que se lo acusa. Su delito solo fue pensar diferente y oponerse a un régimen retrógrada, pero no con las armas, sino con la palabra que es la herramienta más poderosa que se puede tener a mano. Nadie lo quiere ayudar. Yo le dije que viniera. Él no quería venir. 
 ¿Entendes?_ Me gritó disgustado.
De la Fuente había sido acusado de guerrillero. Un tira bombas más. Sin embargo, a Lucho no le importaban esas etiquetas ni las que murmuraban los vecinos del profesor: “anarquista “y “activista sindical”
_ El profe solo quiere enseñarles a pensar a sus alumnos, a investigar las fuentes de información, constatar textos y compararlos, sacando sus propias deducciones sobre un tema, como hizo conmigo y mis compañeros. Es un macanudo. Hay que tener amplitud de mente, pero en serio _ argumentaba.
Este profesor era el que le había regalado el libro de Stendhal y además, le había enseñado la fuerza que tienen las palabras, su poder. Su carga valorativa. Una palabra puede tanto resucitar, crear como destruir, aniquilar. Todo depende del juicio de valor que se le pone a una idea. Esta carga valorativa y su fuerza pueden demoler a una persona. Pero, Jerónimo le había explicado a Luis que ese poder solo debía ser empleado para la construcción de identidad.Pensé... No es una mala idea… Tal vez, merezca un tiempo de ventaja.
Lucho lo ocultó tres días en su casa, sin que sus padres se enteraran. Lo escondió en el galponcito del fondo que estaba abandonado, desde aquel terrible accidente de su hermano mayor, que nunca había conocido. El pequeño había sido víctima de un descuido y unas latas de pinturas cayeron sobre su cabeza matándolo en el acto. Tal vez por eso, la lealtad incondicional con el profesor. No tenía un referente cercano, como puede ser un hermano mayor. Tal vez por eso, ese profe en cierta forma, lo representaba.
Luis Villanueva el futuro escritor. Recuerdo que en el último tiempo vivía pensando como emprendería su primer libro. Sonreía. Creía. Soñaba. Estaba lleno de vida.
El 16 de septiembre de 1976, hace su última publicación en el diario de la facultad. Nunca más se lo vuelve a ver. Nunca más vuelve a caminar con un libro bajo el brazo ni nunca más vuelve a discutir de ideologías con nadie.
Me dijeron que iba a salir, que solo era una reprimenda para que aprenda un poco el “zurdito”. Yo lo admiraba, pero era mi trabajo. Había omitido muchas cosas en mi informe, hasta lo extravié un tiempo. Sin embargo, no alcanzó. Se lo llevó un grupo de tareas. Entraron en su casa por la noche y se lo llevaron vendado y atado sin dar información a su familia sobre su paradero.
Era mi trabajo, repito. Yo no tenía nada en contra de Lucho. Fue lo que me mandaron a hacer y lo hice. Porque así debe ser. Hay que cumplir con la ley.
“La tormenta bravía azota los troncos de Belgrano y Moreno. Tormenta sin límites que desprende lágrimas de sangre”.
Luis Villanueva, Diario de la Facultad de Humanidades y
Cs. De La Educación, 16 de septiembre de 1976.
Sol Albornoz

miércoles, 30 de marzo de 2016

El Perpetuo Fenómeno Incomprensible

Por Sol Albornoz

Lo que importa es la idea, no el mensajero. La idea cambia hombres, pero los hombres son inmutables, porque confunden la Idea con el mensajero. Los hombres y mujeres lo confunden todo. La raza humana lo confunde todo, para ser claros. No aceptan los cambios ¡Les aterra! Los altera y confunde. Los transforma en la chusma irascible de la historia de Frankestein, donde el verdadero monstruo no es el ser creado sino, ellos mismos que pretenden arreglarlo todo con mas atrocidades y muertes.El mensajero es falible e imperfecto. Es un ser humano expuesto a los súbitos cambios de humor, según lo que le acontezca. Lo único que lo distancia de los monstruos es que se atreve a ver algo diferente y lo grita desde lo alto para que el mundo escuche y con esto, se exhibe, se muestra ante los monstruos que lo despedazan sin miramientos ni piedad. Él lo sabe, pero no tiene miedo de hacerlo, puesto que para ello, ha nacido. El mensajero es El Moderno Prometeo que Mary Shelley nos acercó en el siglo XIX,  donde la figura central, la criatura, es malinterpretada. Este ser solo intenta traer Luz para la humanidad, no el doctor Frankestein, la criatura, el diferente, la creación, no su creador. Intenta mostrar algo disímil, algo que no esta instaurado en el establishment ni en las reglas sociales ni religiosas impuestas, desde la organización  de la civilización humana, por personajes muy inteligentes, pero ignorantes de lo que es sentir amor hacia alguien.
El mensajero es un ser creado por un mundo corrompido y caótico. Un ser que se revela contra su creador, porque no le parece justa la medida de la vara que emplea para juzgar a otros. Puesto que no emplea la misma vara para juzgarse él.
La criatura se revela y pretende cambiar su entorno, mostrarle a su creador que ha equivocado el camino para su evolución. Pero, no es perfecto, pues esta constituida con partes de diferentes hombres y como él mismo es un hombre, también se equivoca. Se equivoca, puesto que se enoja cuando lo agreden, lo difaman o lo maltratan por ser distinto del resto.
En contrapartida, tenemos a la Idea que es perfecta. Evoluciona. No se estanca y muta como la vida. No es material. La Idea no esta compuesta por restos óseos corruptibles. No es creada. No tiene dueño. Es la que produce el cambio, la tranformación del entorno.
La idea no tiene parangón. Es perfecta desde su concepción. Siempre estuvo, allí. Es EL VERBO que esta en potencia preparándose para la acción. La Idea es el fuego de los dioses. El conocimiento, más allá,  de la empírica razón. La idea esta en nosotros, aunque no la veamos,  porque no tiene cuerpo. No es materia, sino Energía en potencia. Por lo tanto, es incomprensible para muchos y asusta a otros tantos. La idea es una sola y muchas a la vez. Es simple y compleja. Es única, sublime, elevada y noble. La Idea pertenece al mundo de lo perfecto pero se hace presente en el mundo material.
Defendamos la IDEA. LA IDEA ES LA ÚNICA QUE CAMBIA LAS COSAS.
Si una Idea fue tan brillante que cambió el destino de los hombres, vale la pena.
 ¡No olvidemos! Tengamos MEMORIA.
 La idea nos hace constructores de nuestro futuro. No olvidemos, esclarezco aún más,  ya asesinamos a un mensajero, a causa de una nueva idea, una buena idea:
“Ama a tu enemigo”.
Eliminamos un cordero inocente, un mensajero iluminado que resplandecía con una Luz tan maravillosa que no tenía fin. Nos traía un “buena nueva y lo matamos, como asesinamos todo lo que es bueno y puro. Este es el mensaje que no entendemos.
Nunca entendimos una simple frase: “Ama al prójimo como a ti mismo”
¿Ya lo olvidaste?
“Ama a tu enemigo, porque…
¿Qué bien tiene amar a los que te aman? ¿Acaso los malvados no aman a sus seres queridos? ¿Acaso Hitler, que mandó a asesinar miles de personas, no amaba a sus nietos?
“Amar solo a quienes nos aman no nos hace mejores”_ decía el cordero que luego, asesinamos sin piedad por no entender la Idea maravillosa que nos ofrecía.
 Nuestra limitada mente primitiva nos ha alejado de la verdad y aún, lo sigue haciendo. No aprendimos. Nos continuamos ocultando a la luz.
No olvidemos, tampoco que muchos años mas tarde, volvimos a asesinar en nombre de ese cordero, solo por el gusto de matar, de derramar sangre inocente. No defendimos la idea, sino que hicimos todo lo contrario de lo que la Idea transmitía. Puesto que si entendiéramos verdaderamente de qué se trata  jamás asesinaríamos a un semejante, ni lo lastimaríamos. Porque todos somos iguales.  
Sin embargo, preferimos transformarnos en viles monstruos. No todos son monstruos, por supuesto, gracias a la providencia o a la Ley de equilibrio o quien sabe por qué, siempre hay personas que son buenas ¡Celebro,eso! Esas buenas personas son las que hacen que continúes, que te levantes cuando las serpientes te agreden. Son ángeles en tu camino.
Y así como hay hombres buenos y malos, hay ideas buenas y malas. Las Ideas que benefician al prójimo, son las buenas, aunque hay monstruos que se jactan de humanos que opinan lo contrario, y las malas, las que lo perjudican.
Las ideas egoístas y retrógradas que sólo conducen a la destrucción del otro, pero que al cabo de un tiempo terminan aniquilando a los beneficiarios, esas, son las ideas malas. Puesto que si atentamos contra otros beneficiando nuestra propia persona en algún momento nos alcanzará la mano de la justicia divina ¡Créanme! Parece que no, pero llega como el DESTRUCTOR a hacer justicia sobre la injusticia humana. Es el equilibrio que se impone al caos.¿Que quiero decir con esto?
Lo que quiero decir es que así, como necesitamos respeto para vivir, amor y comprensión, así, nuestro prójimo también lo necesita. Y esto nada tiene que ver con política, ni filosofía marxista, ni comunista. Nada que ver. A no confundir. Esto, es sentido común y respeto por la vida. Respeto por el otro y nosotros mismos.Pues, atentar contra otro, es atentar contra nosotros mismos. Pero, entiéndase bien. La idea es no hacer esto, para obtener un beneficio. Es decir, que no seamos buenos con la otredad solo para recibir un premio al buen comportamiento, no. Sino hacer el bien porque esa acción, nos haga sentir bien con nosotros mismos.
Se que es difícil lo que pido y también, se que los monstruos ruines se los harán pagar.
Los monstruos no entienden. No tienen corazón. Tal vez algunos tendrán conocimientos académicos, tal vez otros, no. Pero lo que los une es el hambre sanguinaria y desmedida de sus propias ignorancias de no querer ver ¡Cuidado! La ignorancia es peligrosa y perniciosa.
Una mala Idea es cuando esa idea perfecta se distorsiona por el mundo material en el cual vivimos en conjunto con las acciones negativas de los hombres, hechos de carne y odio. Estas malas acciones son el egoísmo y la competencia, que encarnan otras atrocidades, como creernos más que otros, que a su vez, genera discriminación, pasando por encima de los derechos de los demás.
El derecho, nos hace pensar que hay hombres y mujeres que lo merecen y en general, creemos que solo somos nosotros los merecedores…
El Derecho nos hace replantearnos que nacemos constantemente a la idea de igualdad. Este replanteo nos hace tomar conciencia de un otro que necesita como nosotros, también. La idea del Derecho está viva y latente, ya que si fuera lo contrario estaríamos muertos, quietos, silenciosos en una lápida sin nombre olvidada en la inmensidad del espacio insondable…
¡Que triste un final tan silencioso!
¿Qué es el derecho?
El derecho es un conjunto de normas que permiten resolver los conflictos en el seno de una sociedad. El derecho es justicia para el otro y para vos. Significa rectitud. El derecho implica respeto hacia el otro.
Lo resumiré en una simple frase que lo completa:
El derecho tuyo termina, donde el de otro empieza y viceversa.
Parece simple, pero la complicamos
¿Donde termina mi derecho, entonces?
Si tu derecho perjudica al de otra persona, aunque sea una sola, ya no es un derecho, sino una injusticia. Tu derecho está torcido y deja de ser un derecho y viceversa.  Esto, no es política. Es entender el amor universal y el respeto por el otro desde una posición horizontal.
Aclaro, porque hay gente que se confunde. Confunde la igualdad. Piensan que solo se puede igualar hacia abajo y no es, así. La igualdad debe ser entendida como un derecho inalienable, que poseemos como seres humanos, que solo se iguala hacia arriba. Esa es la verdadera igualdad, no la que pretenden venderte para esclavizarte y esclavizar a otros.
¿Alguna vez alguien te lastimo?
Seguramente, si. Si no, tuviste mucha suerte.
Pero, la realidad es que a lo largo de la vida siempre hay alguien que te lastimó por x razón y ese dolor no te gustó, no fue justo.
Entonces...
¿Por qué inducir a otra persona a sentir algo que no te gustó, que te hizo sufrir hasta las lágrimas y la angustia en la garganta…?  La idea es un derecho y el derecho es una idea. Una IDEA BUENA que muchas veces se tergiversa para fines muy alejados de los derechos de todos los seres humanos, pero con que facilidad nos manipulan esas entidades virulentas de las altas esferas del poder mundial, haciéndonos creer que son nuestros derechos. Poniéndonos unos contra otros en una especie de fanatismo descomunal y sin medidas lógicas.
Mi intención no es abolir el capitalismo. Jamás lo podría hacer. Esta muy bien diseñado para seguir funcionando.
No debemos confundirlo todo con penosas filosofías políticas ni económicas… Estoy hablando de llevarse bien.
Un derecho no esta necesariamente asociado a lo cívico, ni económico. Un derecho es vivir, por ejemplo. Algo tan elemental como eso.
Las clases sociales son otro ejemplo que una idea de orden se puede tergiversar en favor de un grupo caracterizado por acciones negativas de competencia desmedida y egoísmo.
Las clases sociales dividen, humillan, hacen creer que una persona es más que otra, cuando en realidad no lo son.
Todos somos iguales. Todos tenemos los mismos derechos. Si aquel te insulta por pensar distinto a él no lo tomes en serio, no vale la pena. No existe ninguna prueba genética ni biológica que asevere la existencia de castas o linajes ¡Créeme! Todos somos iguales. A no ser que algunos tengan sangre extraterrestre o que otro se corte y le salga sangre de color azul o que no muera porque sea inmortal. Todos vamos al foso “al encuentro de las personas del pasado”. Y aún así, aunque tuviéramos distinta sangre, solo seríamos distintos en grupos sanguíneos, pero no inferiores o superiores a alguien.
El dinero y las ostentaciones materiales no hacen la diferencia, solo dan un mayor confort.
Lo contrario a las malas ideas, es decir,aquella ideas que fueron tergiversadas, son las buenas IDEAS, que SON PERFECTAS, como debería ser nuestro mundo, si intentáramos conocernos y no pre-juzgarnos.
Todos somos iguales y tenemos derechos que debemos respetar. Porque el derecho es libertad y responsabilidad.
Lo que importa es la Buena Idea y no el mensajero. Puesto que los hombres y mujeres somos falibles. No obstante, si no respetamos los derechos de todos y arrasamos con la libertad de los sin voz, aclaro, aquellos que no se pueden defenderse sea cual sea la razón, estamos perdidos. Pues, tarde o temprano perderemos todo lo ganado mal, ya nos ha pasado antes. El cordero mismo pago el precio hace 2000 años… ¿Necesito recordarlo? ¿Necesito aclararlo otra vez? ¿Vamos a seguir inventando pleitos solo para ocultar nuestra ceguera mental? Atentar, lastimar, ofender, aprovecharse de alguien porque sabemos que nadie lo va a defender es la mayor canallada que puede existir, puesto que lo hacemos a conciencia, con maldad. Solo por lastimar al débil. Y no estoy hablando de política. Eso pasa todos los días en cualquier lugar del mundo.
Dejemos a un lado el egoísmo y defendamos una IDEA, una buena idea que nos de esperanza y respeto para nosotros y para los demás. Las ideas no deben ser calladas ni tapiadas hasta lo más alto para que nadie las vea. Las Ideas se defienden porque ese es nuestro derecho. Las ideas son luz, pero un mensajero no es necesariamente un iluminado, solo el que transmite la iluminación para todos aquellos que quieran escuchar y VER… Los demás…quedará en su amplitud de juicio ser humildes y escuchar. Existen dos opciones: escuchar y entender o transformarse en monstruos sanguinarios, útiles marionetas de las entidades virulentas. Todos somos libres de elegir. Nadie te obliga.